El pasado 22 de septiembre 2013, se cumplieron 15 años de la llegada del huracán Georges a la República Dominicana.
Originalmente se pronosticó que no pasaría por territorio dominicano… sin embargo, el huracán Georges de categoría 4, sin previo aviso cambió de rumbo tomando su curso hacia la ciudad de La Romana a las 8:00 am el 22 de septiembre del año 1998.
Imagen del Huracán George en satélite… un huracán de categoría 4
Como la segunda tormenta mas destructiva de la temporada ciclónica (solamente superada por el ciclón David 1979) en el año 1998, el huracán Georges dejó un total de US$6 billones de dolares en daños y causó la muerte de más de 600 personas a su paso por siete países diferentes: Antigua y Barbuda, St. Kitts y Nevis , Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Cuba y Estados Unidos.
Huracán Georges rastreado en el Caribe año 1998
Fue un golpe directo aquí en Casa de Campo, el complejo sufrió grandes daños. Sin embargo, no solo recordamos esta fecha del paso del Huracán George con tristeza, ya que meses posteriores a su llegada, ocurrió algo impresionante, y es que la comunidad de Casa de Campo, los propietarios de la villas y el personal, unieron esfuerzo para restaurar la belleza de Casa de Campo. Las historias de la unidad y la generosidad entre vecinos son muchas, entre vecinos, lavaban la ropa de sus amigos y se pasaban el café caliente por la mañana, los equipos que se unieron para ayudar a coordinar y participar en la limpieza llevaban camisetas orgullosamente bajo el lema “Yo ayudé a reconstruir Casa de Campo”, y por supuesto, el Hotel Casa de Campo facilitó los suministros indispensables como agua y hielo.
Aunque parezca increíble, el trabajo arduo y la dedicación de la comunidad de Casa de Campo, significó la restauración y reapertura del Hotel en sólo 3 meses – justo a tiempo para la temporada de Navidad del año 1998. El siguiente articulo fue escrito por Carol Burke, quien vivía en Casa de Campo, cuando el huracán Georges golpeó su comunidad.
Hurricane Georges en Casa de Campo por Carol Burke
La tarde del 21 de septiembre del año 1998, estaba viendo las noticias del huracán en Weather Channel- que se dirigía hacia Puerto Rico. Luego cambió su rumbo hacia el sur, y se dirigió directamente hacia el oeste al extremo oriental de La República Dominicana, donde se encuentra Casa de Campo. A la mañana siguiente, 22 de septiembre de 1998 – ¿quién imaginaria que este huracán fuera tan intenso? Llegó a las 8:00 AM, golpeando Casa de Campo como un gigante del cielo, y se fue a las 5:00 PM. Había invitado a los huéspedes del hotel y dueños de villas para pasar el día en el Centro de Conferencias. Decidí a quedarme en casa ese día. La villa en la que vivíamos hasta ese momento, fue construida con un muro de contención, así que había un nivel más bajo que estaba protegido. La parte principal de la casa estaba arriba, y al nivel de la calle. En la planta baja había una pequeña habitación sin ventanas, y mientras el huracán soplaba, fue donde me quedé con mis tres gatos y dos perros de compañía. Georges llegó alrededor de las 8:00 AM con vientos que arrasaban, y sonaban fuertes. Al mediodía, el ojo del huracán pasó, y de repente, todo estaba tranquilo y en paz nuevamente. Salió el sol, los pájaros comenzaron a cantar, y yo podía escuchar a la gente hablando en la calle. Georges estaba almorzando.
Subí a ver qué había pasado. Los vientos habían derribado una valla en el pequeño patio trasero, y un árbol bloqueaba la puerta principal, pero por lo demás todo parecía estar bien. El Weather Channel, había dicho que el ojo era de un tamaño de 15 kilómetros de diámetro, y Georges avanzaba a unos 15 kilómetros por hora, me di cuenta que la cola del huracán, llegaría en una hora.
Recogí algunas botellas de agua y algo de comida, y volví abajo. La segunda vuelta de Georges, estaba justo a tiempo. Cuando el viento golpeó de nuevo, tornandose aún más difícil… justo antes de que arrancó el tejado, bajó la presión de aire de la pequeña habitación hasta era difícil respirar y mis oídos explotaban. Oí como grandes piezas de hormigón que caían de arriba. Una grieta apareció en el techo de la pequeña habitación y el agua empezó a gotear a través de la misma. Al atardecer el huracán había cambiado, y el único sonido era un poco de lluvia sobrante. Me acerqué a la escalera y miré hacia arriba. Los Muebles habían sido arrojados sobre las escaleras por el viento y pude ver el cielo, donde solía haber un techo. A la mañana siguiente, las lluvias cesaron por un tiempo y vimos un nuevo día. Las paredes del salón habían caído, una pared cayó en la casa, el otro muro cayó en el jardín, con el teléfono que seguía conectado y el techo estaba al otro lado de la calle en el campo de golf. Moverse por la zona fue difícil durante algunos días ya que algunos árboles bloqueaban los caminos.
Las fotos utilizadas en este articulo fueron tomadas por Carol Burke días después del Huracán Georges. Gracias Carol. Haga clic en los siguientes enlaces para ver mas fotos y memorias del Huracán Georges escritas por Carol Burke.
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