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Rodrigo Huerta Quesada, es un adolescente procedente de Santiago de los Caballeros que se está convirtiendo en una promesa del golf dominicano. Este joven de tan solo 16 años está demostrando que la edad no es un impedimento para alcanzar grandes logros en el mundo del golf.

Huerta, actualmente en el tercer año de bachillerato, es un ejemplo de dedicación y pasión por el golf. Su historia comienza de manera pintoresca, con su abuelo llevándolo al campo de golf los sábados, donde inicialmente disfrutaba manejando el carrito. Con el tiempo, su interés se transformó en una verdadera pasión por el juego.

A sus 16 años, ya se ha destacado en la categoría de 15 a 18 años, conquistando varios títulos nacionales y posicionándose como un competidor formidable en el escenario internacional. Pero lo que realmente define a Huerta no son solo sus habilidades en el campo, sino su humildad y enfoque en los valores que el golf le han inculcado.

En una entrevista exclusiva para Casa de Campo Living, el joven, quien residen en Casa de Campo junto a su padre, Roberto Huerta; su madrastra, Bienchy Sánchez; y sus hermanitos, compartió su percepción sobre el golf, describiéndolo como un deporte «muy complejo y exigente, tanto en la parte física como mental». Más allá de ser un deporte, Huerta destaca cómo el golf lo ha ayudado a crecer como persona, inculcándole valores fundamentales como integridad y honestidad. Además, el golf le ha brindado la oportunidad de establecer conexiones significativas con personas de diversos ámbitos.

Al ser cuestionado sobre sus metas futuras, expresó su deseo de asistir a una universidad en los Estados Unidos con un sólido programa de golf. Aunque la idea de convertirse en un jugador profesional cruza su mente, actualmente está enfocado en disfrutar el proceso y concentrarse en el golf universitario.

Victorias

En cuanto a su entrenamiento, Huerta revela que comenzó a jugar de manera seria a los 7 años y no ha dejado de practicar desde entonces. Sus éxitos en torneos juveniles son notables, siendo Campeón Nacional de su categoría desde los 8 años y convirtiéndose en el Campeón Nacional Juvenil más joven a los 14 años.

A pesar de sus numerosos logros, él prefiere no enfocarse en las victorias, sino en el arduo trabajo detrás de cada éxito. «No me gusta mucho hablar de esto», dice modestamente. «Creo mucho en el trabajo duro, y los premios que he acumulado hasta el momento no reflejan los callos que llevo en las manos».

Actualmente, se prepara para participar en el US Kids Caribbean en Punta Cana y el Latin American Amateur Championship en Panamá, la competición más alta a la que ha calificado hasta ahora.

Cuando se le preguntó sobre sus inspiraciones, Huerta mencionó a Brooks Koepka, admirando su instinto asesino en momentos clave. Además, destacó el apoyo que ha recibido del país a través de la Federación Dominicana de Golf, subrayando la importancia de la ayuda federativa en el desarrollo de los jóvenes golfistas.

Huerta también vislumbra un futuro brillante para los golfistas dominicanos, dada la naturaleza individual del deporte y la abundancia de campos en el país. Se muestra optimista al pensar que en los próximos años podríamos ver a un dominicano con una tarjeta del PGA Tour.

Apoyo de Casa de Campo

Casa de Campo, un lugar que Huerta considera un antes y un después en su carrera, ha desempeñado un papel fundamental en su formación. Agradece a Robert Birtel y Manuel Relancio por abrirle las puertas, destacando la importancia de poder decir que «Diente de Perro es mi home course».

Manuel Relancio, además de ser el entrenador del equipo dominicano para varias competiciones importantes, es un gran amigo para este joven. Le atribuye mucho de su éxito y reconoce la influencia positiva que ha tenido en su desarrollo como golfista.

Rodrigo Huerta Quesada representa no solo un talento en desarrollo en el mundo del golf dominicano, sino también un ejemplo de humildad, dedicación y valores. A medida que continúa su ascenso en el mundo del golf, es evidente que su futuro promete brillar con aún más logros y éxitos.