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El sábado 16 de diciembre, la galería principal de Altos de Chavón fue la sede de la inauguración de la exposición fotográfica «Los Almendrones» de los artistas Clara Martínez Thedy, Mary Rosa Jiménez, Carlos Acero y Sandra Garip. Las impresionantes fotografías se dispersaron por las paredes del primer piso de la galería, donde muchos miembros de la comunidad de Casa de Campo se reunieron para disfrutar de una noche fantástica y conocer a los artistas.
Para quienes no conocen «Los Almendrones», este es el nombre que los cubanos le dan a sus autos antiguos. Estos vehículos datan de los años 50 y se pueden ver paseando por las calles con tanta elegancia y cuidadosamente conservados por sus dueños. Debido al bloqueo comercial a la isla en 1962 por parte del gobierno de los EE. UU. como medida para intentar frenar la revolución de Castro, era totalmente imposible comprar piezas de repuesto para Dodge, Ford, Chevrolet, Plymouth, Packard y otras marcas estadounidenses que ya se habian establecido en Cuba antes de la llegada del régimen comunista. Los propietarios de estos automóviles se vieron obligados a utilizar su imaginación y recursos locales para mantenerlos en funcionamiento: desde los motores de los tractores soviéticos hasta las partes de refrigeradores… todo valía la pena, ya que significaba mantener estos autos funcionando ya para muchos cubanos era la única posibilidad de tener un automóvil.
Estos cuatro artistas viajaron a Cuba y trajeron imágenes hermosas y vibrantes de estos automóviles que se consideran museos andantes. Ahora son parte de su historia y una de las atracciones turísticas más populares. Vea a continuación cómo cada uno de ellos describe su tiempo y experiencia en Cuba:
«Ahora en el siglo XXI, muchos sobrevivientes de esos años, museos ambulantes y otros viejas ruinas sobre ruedas, continúan a poblar las calles de la Habana en una especie de trasvésti mecánico de un colorido explosivo. Un día, no muy lejano ya por la nueva era en que esta entrando Cuba, estas maravillas de lo común y corriente se convertirán en memorias, en piezas de nostalgia. Pero mientras llega ese día, caemos irremediablemente bajo el hechizo de los Almendrones y no nos queda otro remedio que exorcizarlo montándonos en el que mas nos guste, encendiendo el motor de la imaginación, pisando el acelerador de la aventura y a través de estas imágenes, escapar de la realidad dando un viaje por el tiempo!» – Mary Rosa Jimenez
«Como vestigios del tiempo, más bien grandes y de colores van circulando por toda La Habana Los Almendrones. Elegantes e intrépidos muestran su grandeza burlando los años que cargan sus esqueletos. Convertidos en el regocijo de los turistas que mueren por pasear sus sueños en las calles pálidas de una capital que alcanzo la cúspide de la gloria y el progreso; permanecen callados e inquietos a la espera de un futuro incierto». – Clara Martinez Thedy
«Tengo fascinación por Cuba. Mi primera impresión fue como cuando niña conocí el mundo mágico del ratón Miguel. Otra y otras visitas más a esta vecina isla no cansa mi sentir hacia su arquitectura y su gente. Una arquitectura que se paró a mediados del siglo pasado, y que a pesar del deterioro logra alucinar los lentes de mi ojo y mi cámara. Gazcue, donde nací, es lo que más se me parece, pero ni la mas bella de sus residencias es comparable con el esplendor de una cubana, los detalles de sus pisos….de sus puertas y ventanas… de sus herrerías….de sus cornisas….de sus techos…de sus fachadas….. mucha pena me dá no poder verlos tan radiantes como sus almendrones, norteamericanos que todavía circulan en las calles de la isla luego de un siglo de fabricación. Fords, Pontiacs, Willis, Cadillacs y otros funcionan perfectamente, manteniendo su belleza original sorprendentemente». – Sandra Garip Hued
«Visitar Cuba es siempre un desafío para un fotógrafo. Lo primero que percata todo visitante extranjero al ingresar a Cuba es la gran cantidad de automóviles norteamericanos, fabricados en los años cincuenta del siglo pasado, que aún continúan circulando por todas las calles de la isla. Estos desvencijados vehículos, muchos de los cuales han sido restaurados y preservados en muy buenas condiciones, se convierten en un atractivo más al ser destinados para fines de taxis turísticos, ampliamente utilizados para los desplazamientos hacia los distintos lugares de interés en territorio cubano. Esto unido a la innegable creatividad e ingenio de los cubanos, motivada por la escasez general de repuestos, convierte a dichos equipos de transporte en un activo vinculado a la morfología de lo urbano y a la tradición en dicho país.» – Carlos Acero
La exposición permanecerá abierta al público hasta el lunes 29 de enero de 2018. Por lo tanto, mientras esté aquí en Chavón esta temporada, no pierda la oportunidad de ir a la galería y ver las bellas imágenes en exhibición. Vea más fotos de la apertura proporcionada por la Galería Altos de Chavón tomadas el sábado, 16 de noviembre.
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