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La excelencia de Altos de Chavón en el arte se extiende mucho más allá del área de Casa de Campp; estudiantes y artistas en residencia salen de aquí a trabajar en compañías de renombre, crean sus propias colecciones, viajan y realizan sus sueños. Recientemente, hemos reconocido el trabajo del Chavonero Gustavo Peña y el residente de la Iniciativa de Arte Davidoff Jimmy Robert, y ahora estamos compartiendo con ustedes un artículo de Mariela Sabino quien nos habla de la obra de Diego Cirulli, un residente de Davidoff en 2012 a quien conoció durante sus estudios en la escuela. Egresada de la carrera de diseño de moda, ha trabajado con Carolina Herrera y en la actualidad se encuentra trabajando en Gucci en París. Cirulli realizó una exposición en Berlín titulada, «Hollow» a la cual Mariela nos dice que no podía dejar de visitar. Debajo comparte su experiencia con nosotros:
La Escuela de Diseño de Altos de Chavón no es sólo un centro donde los estudiantes pueden continuar su educación artística y trabajar con excelentes profesionales, sino que también tiene una muy interesante iniciativa llamada «Artistas en Residencia Davidoff», donde cada año, ilustradores, pintores, diseñadores, escultores y una sin numero de personas talentosas aplican al programa con la esperanza de pasar un año ampliando su perspectiva, creatividad y portafolios. Al término de su estancia, su trabajo se muestra en la galería y es visto por la comunidad y los conocedores de arte de Casa de Campo y de las ciudades cercanas.

Mientras cursaba el primer año de mi segunda carrera en Diseño de Moda, tuve el placer de conocer al artista argentino, Diego Cirulli cuyas exposiciones más memorable incluyen, “Sand Pit,” “In search of the soul,” y “Porosity”. Su instalación » 21-105 » llamó mi atención cuando presentó su trabajo a los estudiantes de Chavón; se compone de 21 retratos de mujeres que dieron a luz en cautiverio en el Centro Clandestino en la ESMA durante la dictadura militar en Argentina. Se centró en las madres y los niños que fueron recuperados y cuya identidad aún se desconoce en la actualidad. Montando las imágenes desde el techo y dándole a la exposición una sensación casi teatral, nos cautivo el escuchar su interés en relación a todo lo social, cultural e histórico.
En enero de 2013, debuta su exposición, «Educación Pública» el cual sabía que sería un tema controversial en la República Dominicana, ya que presenta los uniformes escolares como foco central simbólico. El observador pudo darse cuenta de que el tema no era sólo el sistema educativo, sino cómo los niños pueden ser deshumanizados y abusados. La sensibilidad y precaución reflejados en cada una de las piezas fue bien pensada y rica en detalles, cautivando a los espectadores con cada pliego de la falda de las niña, mientras admiraban la belleza detrás del arte y al mismo tiempo cuestionando el sistema y lo que estamos haciendo como ciudadanos para cambiarlo. «Diego saca a la luz un tema del cual la gente no habla en este país, la educación que todo el mundo menciona. Su estrategia como un comentarista social es increíble y sus tácticas como artista han superado nuestras expectativas. Lleva un lenguaje visual muy sofisticado, que nos abre los ojos a temas que preferimos evitar», dijo Raúl Miyar, Director del Departamento de Bellas Artes de la Escuela de Diseño de Altos de Chavón.

Tras el éxito de esta exposición y su tiempo en La Romana, Diego volvió a la Argentina para seguir trabajando y haciendo obras maestras. Cuando me entere de que estaría presentando «Hollow» en la Galería BC de Berlín, no dudé en programar un viaje desde París. Diego Cirulli describe esta colección como: «Hollow es el materialización pintoresca de lo que está vacío y de lo que queda. De lo que habla, mientras que se esta en silencio y lo que se afirma en la negación. La apariencia y lo que no es evidente al ojo. La presencia y la ausencia. El medio y el detrás de cada imagen».
Me pare frente a «Hollow» la pieza principal de la exposición y tenía muchas emociones encontradas mientras sentía que estaba siendo arrastrada a la pintura. Me sentí mareada por el efecto de los pisos pintados que también me daban la sensación de ser consumida. Junto con la exposición habla una cita de G. Didi -Huberman que decía: «…tenemos que cerrar los ojos para poder ver cuando el acto de ver nos envía a abrir un abismo que nos mira, nos preocupa, y de alguna manera nos constituye.»

Mientras habla con el socio de la galería, Phillipe Barth, llegué a una conclusión: Con el fin de descifrar el mensaje detrás de cada obra de arte, no sólo tengo que saber de dónde viene el artista, pero también el lugar donde se encuentra. Comprendí rápidamente que Cirulli continúa enfatizando su responsabilidad ante la sociedad con su trabajo, que se extiende sobre los trabajadores y las situaciones del día a día que son habituales para él. El vacío en los rostros de los sujetos, y el espacio y la división entre ellos y el entorno, junto con la oscuridad en los segundos planos y tenebrismo que acompañan a los lienzos, permite a cada individuo ser el testigo y a que llegue a su propia conclusión e interpretación de la pieza. Es de esta manera que un artista deja a los espectadores tratando de reflexionar sobre las voces que están fluyendo dentro de la obra de arte y también manteniendo el marco interpretativo abierto de par en par.
¡Felicidades Diego Cirulli por otra exposición excepcional! Como miembro de la comunidad de Altos de Chavón, nos estás representando en todo el mundo ¡y que te deseamos todo lo mejor en tus próximos proyectos! Para ver más de los trabajos de Diego, visite su página web en: www.diegocirulli.com
Las siguientes imágenes son cortesía de Diego Cirulli de su exhibición «Hollow» 2016 en la Galería BC de Berlín y de su exhibición «21-105»:


















