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En una actuación resonante que dejó a los fanáticos extasiados, Ricky Martin llenó el anfiteatro de Altos de Chavón durante su concierto sinfónico, estableciendo una conexión inmediata con el público tan pronto como pisó el escenario. El sábado 2 de septiembre, el artista puertorriqueño irradió alegría, tranquilidad y profesionalismo, desvelando coreografías minuciosamente ensayadas.

Martin apareció vestido de negro y con zapatillas blancas a las 9:35 PM, abriendo con «Pégate«. Acompañado por tres pantallas que mostraban imágenes apropiadas, la multitud cantó éxitos como «Volverás», «Gracias por Pensar» y «Fuego de Noche».

El maestro José Antonio Molina, nativo dominicano, lideró a un grupo de 54 músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional que acompañaron a Ricky Martin en el escenario. Su sonido impecable, arreglos, elegancia y disciplina le valieron a Martin múltiples «gracias» a lo largo de la noche.

La base de fans fue notablemente diversa. Además de dominicanos, había puertorriqueños, venezolanos, brasileños y otras nacionalidades esparcidos entre las butacas de piedra.

«Gracias por su amor; que esto sea el primero de muchos», expresó Ricky Martin durante su concierto, que incluyó cuatro cambios de vestuario, incluyendo dos camisas blancas, durante el segundo intermedio. El repertorio incluyó «Disparo al Corazón», «Casi un Bolero», «Vuelo», «El Amor de Mi Vida», «Te extraño», «Asignatura pendiente» y «Vuelve».

A lo largo de la actuación, los miembros de la orquesta mostraron sus talentos musicales, incluyendo trompetistas, trombonistas, bajistas y violinistas, que tomaron el centro del escenario para mostrar sus habilidades, ganando aplausos y ovaciones del público. Ricky Martin también agradeció al director musical de su banda, David Cabrera.

Uno de los momentos emocionales fue cuando Martin mostró con orgullo la bandera dominicana, expresando su amor por el país.

La noche histórica de Ricky Martin concluyó con «Tal Vez» y «Tú recuerdo», cumpliendo su promesa de un espectáculo memorable.